Hola,
¿Te gusta soñar? Sí, ya sé que puede parecer una pregunta absurda, si tenemos en cuenta que la tendencia es asociar la palabra soñar con cosas que nos gustan, que deseamos, que queremos hacer …
¡A mi me gusta mucho soñar!
Me gusta hacerlo despierta porque me permite visualizar cómo podría ser aquello que quiero. Y también me gusta despertarme a media noche o de madrugada y recordar un sueño involuntario, y más aún si lo que recuerdo es emocionante o bonito.
Hoy me gustaría hablarte de los sueños en mayúscula. De los grandes. De aquellos por los que somos capaces de hacer lo que aún no hemos llegado ni a imaginar.
Hace unos meses, salí un día a la calle a preguntar a la gente si tenían sueños y si me los querían contar. ¡Qué experiencia! Aprendí mucho de todo lo que me dijeron aquellas personas, pero también pude comprobar que a menudo confundimos deseos, objetivos y sueños.
Creo que es importante tener clara cuál es la diferencia entre los tres, pues aunque parezca que pueden estar relacionados, no siempre es así.
¿Qué te parece si te hablo de cuáles son para mi esas diferencias?
Un deseo, es algo que queremos y que podemos conseguir de un modo más o menos inmediato, siempre teniendo en cuenta la particularidad del mismo.
Podríamos hacer una lista de deseos y te sorprendería ver que tenemos muchos en común. ¿Por qué? Pues justamente porque aquello que deseamos suele formar parte de nuestro día a día. Del tuyo, del mío, no importa que sean diferentes.
Piensa en tu deseo más reciente …
Un objetivo, ya es algo más complejo. Puede no depender exclusivamente de nosotros y puede que necesitemos más tiempo para conseguirlo.
Nos fijamos objetivos a corto, medio y largo plazo, y esto es bueno. Es una manera de tomar conciencia de que aquí la inmediatez no existe. Los factores que intervendrán para que podamos conseguir estos objetivos estarán determinados por la naturaleza de los mismos.
Los objetivos, tanto profesionales como personales, son retos que nos ayudan a mantenernos activos, con ilusión, con ganas de llegar más lejos … Alcanzarlos, nos hace crecer como personas y nos permite ir superando las dificultades que vamos encontrando a lo largo de nuestro camino.
Piensa en un objetivo que te hayas propuesto …
Un sueño, es mucho más que todo lo anterior. Es la suma de muchos deseos, de muchos objetivos. Es algo que nos sale de dentro, que nos empuja, que nos hace sentir mariposas en el estómago cuando pensamos en él y lo visualizamos. Algo que tiene mucho que ver con nuestra manera de ser. Un propósito con el que nos identificamos y por el que estamos dispuestos a hacer lo que sea para conseguirlo.
Si bien es cierto que cuando pensamos en un sueño tenemos tendencia a pensar en algo que idealizamos, y que nos parece muy difícil de conseguir por su grandeza, dificultad, peculiaridad … te sorprendería saber que todos tenemos un sueño, y que la lista es infinita no solo en cuanto a la cantidad sino también a la diversidad.
Si antes te decía que los objetivos nos ayudan a trazar un camino, los sueños, para mi, son los que le dan sentido. Los que hacen que no queramos pasar por la vida de puntillas sino dejando huella.
Piensa en uno de tus sueños …
Hoy, cosa que no me pasa siempre que he de escoger una imagen para acompañar el post, he tenido muy claro cual iba a ser antes de empezar a escribir. ¿Por qué? Pues porque además de bonita, es un buen ejemplo para ilustrar lo que hemos ido hablando hasta ahora, y porque ya sabes que soy más de práctica que de teoría … qué le vamos a hacer.
La imagen es de la playa de Myrtos, en la isla de Kefalonia, Grecia. La primera vez que contemplé estas vistas, desde lo alto de carretera que da acceso, me quedé impresionada por su situación (entre dos montañas de novecientos metros), por el color blanco de su arena y por el turquesa de sus aguas.
Vuelve a mirar la imagen y piensa en un deseo, un objetivo y un sueño, que estén relacionados con ella. A mi se me acaban de ocurrir algunos. A ver qué te parecen …
Un deseo: bañarse en las aguas de Myrtos (fácil de conseguir si ya estás allí).
Un objetivo: ir de vacaciones a este lugar (no es imposible, como yo, lo han hecho mucho otros).
Un sueño: ¡Vivir allí! Pasar el resto de tu vida navegando por esas aguas, observando y estudiando su fauna y su flora marina, y hacer de tu casa un centro de investigación y de estudio en el que compartir todos tus descubrimientos (bonito, ambicioso, nada fácil, pero no imposible).
Hoy en día son muy pocas las cosas que podemos conseguir a cambio de nada.
Todo tiene un coste.
Fíjate que no digo precio, porque no siempre todo se reduce a dinero. El esfuerzo, la perseverancia, la paciencia, el trabajo, el autoconocimiento, la confianza en uno mismo, el trabajo, la ilusión, los errores … pero de todo esto hablaremos el próximo día.
Y ahora que ya hemos llegado hasta aquí, me gustaría preguntarte si ¿compartes estas diferencias o para ti son otras?
Te he hecho pensar en un deseo, en un objetivo y en un sueño. Seguro que tienes más de uno. ¿Te gustaría contármelos? A mi me encantaría que lo hicieras.
Ya sabes que para mi tus pensamientos y tu opinión son muy importantes.
¡Te espero en los comentarios!
Un abrazo,
Susana
6 comentarios
Como siempre tus post me hacen pensar. Me ha gustado esa diferenciación que has realizado y efectivamente veo las diferencias y también sus similitudes, destacando la que considero más importante: ¡Ninguno es gratuito! y desde luego no me refiero al dinero.
Muchas gracias por compartir tus reflexiones con nosotros. Muchos besos
Hola Gema,
¡Muchísimas gracias por tu comentario!
Leer que mis palabras te hacen reflexionar ha sido una de las cosas bonitas que me han dicho hoy. ¡La que más!
Me parecía importante hacer esa diferenciación. Hay cosas más fáciles o más inmediatas de conseguir que otras, y si no tenemos claro cuáles son, tal vez nos planteemos abandonar antes de tiempo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que “¡Ninguno es gratuito!” Sería genial que más gente lo tuviera tan claro como nosotras.
Gracias a ti Gema por estar siempre aquí. Comentarios como el tuyo son los que me animan a seguir escribiendo.
Yo te he hecho reflexionar y tu me has hecho un regalo maravilloso al decírmelo.
Un beso
Como siempre, tus reflexiones se convierten en las mías. Déjame pensar en ello….
Un deseo podría ser tomar un café en una terraza contigo charlando de cosas pequeñas pero importantes, de personas, de ideas, quizá de emociones.
Un objetivo sería retomar esa conversación bajo las auroras boreales.
Y, un sueño, el poder contar que eres mi amiga.
Un beso.
Hola Carlos,
¡Muchísimas gracias por tus palabras!
Te imagino reflexionando, pensando … e intuyo que asoma a tus labios esa sonrisa tan tuya.
Vamos a ponernos “manos a la obra” y por qué no, a hacer realidad deseos, objetivos y sueños.
Comparto tu deseo y las ganas de tomar una café contigo. Tengo una lista de pequeñas grandes cosas que te emocionarán, proyectos nuevos que me encantaría compartir contigo, así que vamos a buscar fecha. Que más da que las agendas estén a tope, seguro que encontramos un hueco.
El objetivo me parece muy seductor. Me encantaría estar al abrigo de esas maravillosas auroras boreales, que por el momento he de conformarme con ver en fotografía. Es un destino muy deseado por toda la familia ¿qué opina la tuya? Ya sabes que los míos te consideran un “genio”. Laura no deja de decir: “… ojalá Carlos fuera profesor mío”. ¿Lo hablamos tomando café?
Eres tan auténtico y tan humilde que sueñas con algo que ya tienes. Mi amistad. Yo, hace tiempo que, con tu permiso, presumo de contar con la tuya.
Un beso y gracias por estar siempre aquí.
¡Nos vemos pronto!
Hola, me ha encantado leerte. Has dejado bien clara la diferencia entre los tres.
Hola Omar,
¡Muchas gracias por tus palabras!
Me pareció importante remarcar esta diferencia.
Creo que cualquier apreciación que nos ayude a “clasificarlos”, nos ayudará a tener claro, de antemano, el tiempo y el esfuerzo que tendremos que invertir en cada uno, y lo que es muy importante, identificarlos, nos permitirá irlos celebrando a medida que los vayamos consiguiendo.
Gracias por estar siempre aquí, por tus conversaciones y por tu actitud. No me cansaré de decir que eres un ejemplo de persona.
Un abrazo,