Hola,
¿Te ha sorprendido el titulo? ¿Aún estás pensando? ¿Te queda la duda de que que me haya equivocado al escribirlo? Pues si es así, genial!
A mi me encantan las sorpresas, si son agradables mejor, pero ya sabes que eso no siempre ocurre.
¿Qué te parece si hacemos memoria juntos y nos trasladamos a un pasado relativamente reciente? A finales de la primavera yo me encontraba inmersa en la promoción de mi libro y en el lanzamiento de todo mi proyecto. Había planificado una estrategia: presentaciones, charlas, medios de comunicación, redes sociales, artículos en la web, quedadas, reuniones … lo que dicen que hay que hacer cuando quieres lanzar tu idea y presentársela a los demás. Es decir, cuando quieres que la gente te conozca, hablen de lo que haces, de lo que dices, en definitiva, cuando quieres ganar visibilidad. Porqué no tendría ningún sentido que aquello que hacemos, sea lo que sea, no lo compartiésemos con los demás.
Pues bien, trata de imaginarme en ese estado, llena de ilusión, de ganas, de energía, de todo lo que quieras y más, y de pronto, me llega una noticia inesperada: a mi hijo mayor le diagnostican una enfermedad degenerativa en las corneas. Ha perdido un veinte por ciento de visión en un ojo. Es irreversible y hay que operar cuanto antes para frenar esta deformación.
¿Estás bien? Sí, para mi también fu un golpe duro, pero para él aún lo fue más. Era grave, sí, pero no el final.
¿Te das cuenta? Hacemos planes, organizamos, programamos, visualizamos los resultados de nuestras estrategias, y de pronto, eso a lo que llaman contratiempo, revés, desgracia, percance, imprevisto … escoge lo que más te guste, nos obliga a cambiar de planes sí o sí.
El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik fue quien divulgó la palabra resiliencia, adaptada al campo de la psicología. De todo lo que he leído sobre su definición, lo que más me ha gustado porqué ayuda a ilustrar su significado es “…es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ejemplo un arco que se dobla para lanzar una flecha.”
Para mi esta palabra es relativamente nueva. Años atrás, yo habría explicado de una manera clara y concreta, incluso con varios ejemplos, igual que habrías hecho tu, esta capacidad de los seres humanos de sobreponerse a los contratiempos, pero no le habría puesto nombre. De un tiempo a esta parte ya lo tiene.
La palabra en sí puede gustarte más o menos, a mi no es de las que más me atrae, pero su significado y lo que comporta ser una persona reliliente, me fascina.
Después de este paréntesis bastante interesante, volvemos a la llegada de aquella noticia que me obligó a cambiar de planes. Yo no soy muy amante de dar consejos, pero creo que en este caso, como en muchos otros, la experiencia y los resultados de alguien que lo ha vivido pueden ayudar. Y eso es lo que haré ahora, contarte qué fue lo que hice yo.
- No hay nada que no tenga solución excepto la muerte. Así que sea cual sea la adversidad a la que tengas que enfrentarte, piensa que tiene solución.
- Necesitas un tiempo para hacerte a la idea de esta nueva situación en la que te has visto inmerso. Es normal. Pero un tiempo, no una eternidad.
- Prioriza la salud y el bienestar de tu familia por delante de todo. No lo olvides nunca!
- Piensa, analiza, valora, comparte, y pide ayuda si la necesitas. No es necesario que cargues solo con un peso tan grande.
- El resultado de las reflexiones anteriores siempre debe ser positivo: no abandones tus proyectos profesionales, tus objetivos personales, tus ideas, tus sueños. Eso nunca!
- Sea cual sea el contratiempo, recuerda que es temporal.
- Canaliza tus energías, dosifícalas. Has de ser capaz de focalizarlas, pero no pierdas de vista aquello que te has visto obligado a posponer, de momento.
- Cuando te fallen las fuerzas, cuando tengas dudas, cuando quieras tirar la toalla y abandonar, recuerda todo lo que has conseguido antes de ese contratiempo, lo que te ha costado llegar hasta donde estás, y no olvides que siempre, siempre, hay alguien que lo está pasando peor que tu.
- No te sepa mal compartir una vez más tus sentimientos, tus preocupaciones, tus miedos, con aquellos en quien puedes confiar. Sé valiente para pedir ayuda. Las personas estamos para eso.
- Los días pasan, las cosas mejoran, vuelven a su sito, y tu has superado con éxito aquello que en un principio parecía más difícil de alcanzar que la cima del Everest.
- Ahora tienes que aprovechar esta capacidad que has sabido desarrollar, esta fortaleza que has demostrado, esta actitud positiva y sacarle provecho.
- Has salido vencedor! Ahora eres más fuerte, te conoces más a ti mismo, esta experiencia te ha hecho crecer como persona y como profesional. Estás más preparado para afrontar nuevos retos, nuevos obstáculos, nuevas adversidades.
- Te felicito, por si tu no lo has hecho. No te olvides nunca de premiarte por aquello que has conseguido.
Estamos llegando al final de la historia y creo que a lo largo de la misma habrás encontrado la respuesta al silencio no deseado del que te hablaba al principio.
Yo necesité unas horas para hacerme a la idea, muchas más para pensar en todo lo que se nos venía encima, pero era necesario priorizar y pasar a la acción. Tenía claro que no estaba dispuesta a abandonar mi proyecto. Fui haciendo lo que pude, como pude y cuando puede. También hubo días malos y momentos difíciles, pero ya estoy aquí de nuevo. En un par de días a mi hijo le harán la última prueba y ya está prácticamente recuperado.
¿No estás de acuerdo conmigo en que habría sido un error abandonar mi proyecto? Gracias por haberme esperado!
Y tu ¿has pasado por una experiencia parecida? ¿Has tenido algún contratiempo inesperado? Ya sabes que puedes explicármelo, me encantará leerlo!
Te espero en los comentarios para lo que me quieras contar.
Un abrazo y Feliz Año Nuevo!
Susana
4 comentarios
Desde luego si hay alguien positiva en este mundo eres tú, me encanta cómo escribes!! Gracias por darnos ánimos y ayudarnos a seguir adelante!!!
¡Hola Gema!
Gracias a ti por tus palabras y por dejarte contagiar del positivismo que siempre intento transmitir. Son muchas las circunstancias que no podemos cambiar, pero si mejorar con nuestra actitud. Creo, cada vez más, que es la base de todo.
Un abrazo muy grande viajera!
Hasta pronto!
Que linda eres, y que luchadora!! A mi me encanta y me estremece la palabra recilencia , para mi tiene mucha fuerza de verdad !!!
¡Hola Luisa!
Gracias por tus palabras siempre tan especiales.
Yo creo que todas somos unas luchadoras, y las que como nosotras también madres, aún más.
Me alegro mucho de que la palabra resiliencia te cause este efecto. Así son las palabras, capaces de emocionar, de estremecer, de transmitir fuerza, de enamorar..
Hacemos pues un buen equipo. ¿Qué te parece si seguimos buscando todo eso que tenemos en común?
Un abrazo muy grande artista!
Nos vemos pronto!