¡Hola!
Leí un día que esta es una de las secciones importantes de una web. Esa en la que quien está detrás de ella va a decirte lo que hace, enseña, vende… y tratará de convencerte de que tu necesitas todo lo que te acaba de ofrecer, para que en cuanto termines de leer unas frases más vayas directo al botón de “comprar” y le des un clic.
También leí que aquí lo que funcionaba eran las frases cortas y directas.
¿Te acuerdas de las películas del oeste en las que llegaba al pueblo un “charlatán” con su carromato y anunciaba un elixir milagroso que servía para hacer crecer el pelo, para limpiar la plata, para tratar males … para casi todo?
Esos elixires eran un prodigio. Bueno, eso decía el hombre, pero la realidad era que no solían servir para nada y a las pocas horas el vendedor ambulante tenía que abandonar el pueblo, ya que algún cliente que se había apresurado a comprar y a probar el brebaje, estaba comprobando sus efectos, o sea ninguno, y muy enfadado iba en busca del charlatán para manifestarle que se sentía estafado y amenazaba con denunciarle si no le devolvía el dinero que había pagado.
Estoy segura de que has entrado en esta sección porqué quieres que te de la bienvenida que te he anunciado un poco más arriba, y por la que merezca la pena quedarte. Y sí, quiero dártela. Así pues, mira hacia el lado, y piensa que esta sonrisa que estás viendo es única y exclusivamente para ti. Me atrevería a afirmar que una sonrisa parecida acaba de dibujarse en tus labios, así que sólo te pido que le pongas un poco de imaginación y que trates de sentir ese abrazo con el que te estoy recibiendo. Y ahora, ahora que ya nos conocemos un poco más, déjame que te explique qué vas a encontrar aquí.
Me gustaría compartir contigo lo que pienso, lo que escribo, y en ocasiones, lo que veo.
No tengo ningún elixir mágico. No voy a darte las claves del éxito para que puedas triunfar en la vida, porque no las sé, y porqué nadie me ha dicho que no estés satisfecho con lo que haces. Y no voy a darte la receta con los ingredientes para que seas eternamente feliz, porque si alguien la escribió algún día, se la llevó a la tumba o la perdió por el camino. Vamos, que no existe. Cuando se lo comenté el otro día al doctor me dijo que hace siglos que se agotó. Además, aún no le he oído a nadie decir que tú seas infeliz.
Lo que sí voy a compartir contigo es como está siendo mi experiencia de “emprendedora de la vida”. No sé si antes que yo alguien había pensado y escrito esta expresión, pero si no ha sido así, siempre hay una primera vez para todo. Para mí, la vida es un camino que nos hace emprender constantemente. En la adolescencia, en la juventud, en nuestra etapa como adultos, como profesionales, como padres, como hijos, como amigos, como viajeros, como ciudadanos comprometidos con una causa… a menudo, hemos de tomar decisiones que nos llevan a emprender un nuevo proyecto, una nueva vida, una nueva relación, un nuevo viaje.
Sólo deseo que cuando decidas leer alguno de mis relatos te dejes llevar por una historia, que aún sin ser la tuya, te invitará a formar parte de ella, te sugerirá que te identifiques con alguno de los personajes que encuentres, y si te apetece, por qué no, te conviertas, durante un tiempo, en uno de ellos. Y sin darte cuenta, te habrás evadido de tu realidad para formar parte de la nuestra.
Mis reflexiones pueden ser también las tuyas. A mi cualquier cosa me incita a escribir, así que si cuando las lees identificas en ellas tus pensamientos o tus ideas, y me lo quieres contar, estaré encantada de escucharte.
Leer, es para mi viajar a cualquier lugar, desconocido o no, conocer a otras gentes que dejarán de ser anónimos para ser mis amigos, descubrir otras culturas, otras costumbres, otros paisajes, otros aromas, sabores, colores, y llega eldía en que esos viajes pasan a ser reales, los vivo de verdad, y también te los voy a contar.
Siempre me ha gustado escuchar historias y luego contarlas. Me gusta mucho escribir, así que si lo deseas puedo escribir una historia para ti, la tuya, la vuestra, la de alguien.
Por todo lo anterior y por otras muchas cosas que iremos haciendo juntos, espero que hayas decidido quedarte y acompañarme en esta aventura.
Todo esto que voy a contarte y a compartir contigo, podrás encontrarlo en “ordenando mis cajones”.
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¡A mi me gustan las sorpresas!
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